Puente Nacional: dulce como la guayaba, tranquilo como la guabina
Imponentes ventanales, con calles empedradas, paredes de colores claros y aires coloniales evocan tranquilidad. Puente Nacional es uno de esos lugares donde el que llega se amaña y el que se va lo extraña.
A ritmo de coplas, tiple y requinto en su auténtica expresión, Puente Nacional es nada más y nada menos que la ‘Cuna de la guabina Santandereana’. Su gente, dulce como el bocadillo, es afamada por su cordialidad, calidez y laboriosidad.
Fue allí precisamente donde el maestro Leilo Olarte, desbordó su creatividad musical para ponerles ‘son’ a innumerables pasos de guabina, patrimonio y tradición de las Provincia de Vélez y de Santander. Puente Nacional es la casa del ‘Festival Nacional del Torbellino y el Requinto’.
Bordeando por el Río Suárez y con un clima agradable con promedio de 19 grados, Puente Nacional basa su economía en el café, cítricos, frutas y hortalizas y por supuesto el bocadillo, producto insignia de esta bella provincia santandereana… de Vélez y muy de Vélez.
Fundado el 8 de febrero de 1.556, por Andrés Díaz Venero de Leyva, cuenta con una llamativa arquitectura. Caminar por Puente Nacional es deleitarse con la imponente Iglesia Santa Bárbara o el parque Lelio Olarte, construido en estilo colonial, que goza de un ambiente tranquilo. Definitivamente este municipio es un lugar propicio para el descanso y la relajación.
“Por eso Puente y su gente tienen por siempre el don sin igual, que son valientes, trabajadores y amantes de la libertad”... reza una de las estrofas del himno de Puente Nacional que recuerda el orgullo del santandereano y con “Expedición Santander” recordamos a propios y visitantes la grandeza de nuestro Departamento.