El legado que Luis A. Calvo le dejó a Gámbita
La historia relata que el maestro Luis A. Calvo fue el hijo de Félix Serrano y Marcelina Calvo, y desde temprana edad dio muestras de su amor por la música, improvisando bandas militares con sus pequeños amigos, semejantes a las que llegaban al pueblo.
Como la mayoría de grandes hijos ilustres, Luis A. Calvo, tuvo que enfrentar serias dificultades económicas, pero su madre lo trasladó a Tunja a la edad de 9 años, donde adelantó sus estudios musicales. El fruto del esfuerzo lo puso en la Banda Departamental de Tunja, como músico platillero, y solo un año después de iniciar sus estudios, allí ascendido prontamente hasta llegar a interpretar el bombardino. Estos fueron los primeros brotes de inspiración, y es así como compone la primera obra, en honor a su madre.
Pero el anhelo de continuar superándose lo lleva a Bogotá, allí logró ingresar a la Banda del Ejército, como músico de tercera clase, su genialidad creativa empieza a florecer y hace los primeros arreglos y presenta una obra al músico mayor, obteniendo el consentimiento para ejecutarla.
Luis A. Calvo viendo cumplidos sus sueños, enfrentó la enfermedad de Hansen y lo obligó a quedarse en el departamento de Cundinamarca, exactamente en Agua de Dios. Se convirtió allí en el más grande y amado músico de la época, siendo reconocido en países como Venezuela, Estados Unidos e Italia.
Las obras más destacadas son: Libelula Iris, Aire de fuera, Amor humilde, Intermezzos, Eclipse de belleza, Blanca, la estrella del Caribe, Secretos, Yerbecita de mi huerto, Entusiasmo.
Muere un domingo 3 de abril de 1.945 a la edad de 63 años. El hijo de esta hermosa tierra santandereana (Gámbita) nos genera Orgullo Santander, y motivo principal que permite que la Gobernación de Santander, visite su tierra a celebrar 160 años del Departamento ejecutando el programa ´Expedición Santander´.
Fecha de publicación 13/05/2017
Última modificación 16/05/2017