De manera que, articuladamente se logra que una instancia intersectorial realice seguimiento a las acciones que adelanten las entidades estatales, las agencias de cooperación internacional y las organizaciones sociales, para prevenir la vulneración de los derechos de los más pequeños, a través de políticas públicas idóneas que garanticen un entorno sano para ellos.

En Santander son pocos los casos registrados en los que se dé este delito. En los últimos años, el panorama a nivel nacional es distinto. En Colombia, entre 1958 y 2015 se reportaron 16.879 registros de niños, niñas y adolescentes utilizados en el conflicto armado, según el Centro Nacional de Memoria Histórica. Y en los primeros cinco meses del 2020, 128 infantes fueron vinculados a grupos armados ilegales, según la Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y Adolescentes en Colombia (Coalico).

Por su parte, desde la Secretaría del Interior del Departamento se busca que todas las instituciones de la fuerza pública garanticen y brinden espacios que diversifiquen la seguridad y generen condiciones óptimas a la población.

De igual modo, la Secretaría del Desarrollo del Gobierno Siempre Santander trabaja en el programa de coordinación para la infancia y la adolescencia, generando y fortaleciendo acciones en contra de diversas formas de violencia, uso, utilización y explotación ejercidas contra los niños, niñas y adolescentes, en entornos como el hogar, educativo, comunitario y el espacio público.

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