El bocadillo tiene esa dulzura que ha traspasado fronteras, un trocito de dulce que hasta muy seguramente desde mañana ‘rodará’ por el Tour de Francia, pues le da energía hasta al mismísimo Nairo Quintana.

Muchas veces, acostumbrados a ver este manjar hasta en la tienda de la esquina, no le damos la importancia que se merece, pero debemos sentirnos orgullosos porque es netamente santandereano… Nuestro bocadillo, ese que está más atravesado que la iglesia de Vélez, en nuestras tradiciones.

Una ‘dulce realidad’

La certificación califica a este producto típico de Santander como único en el mundo, reconocimiento internacional que en Colombia han recibido productos como el café, las achiras del Huila, el sombrero aguadeño, las cerámicas de Ráquira y la Tejeduría de San Jacinto, entre otros.

En la provincia de Vélez, según cifras de la Secretaría de Agricultura Departamental, existen más de 127 fábricas, que generan cerca de dos mil empleos directos, sin embargo, se estima que de la producción del ‘veleño’ subsisten cerca de 15 mil familias, desde el proceso de recolección de la fruta, hasta su elaboración y distribución para consumo final.

Beneficios

Entre los beneficios de una denominación de origen está el reconocimiento de regalías al municipio productor por el uso del nombre y de la marca, esto permite proteger esta producción de ‘avivatos’ que quieran utilizar el nombre de la marca para sacar ganancias. Con esta denominación, si una empresa quiere utilizar la marca, deberá reconocer las regalías al municipio productor.

¡De Vélez y muy de Vélez!

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